Hacer política como filósofo

Hay quizás un aspecto que debe ser tenido en cuenta y es el hecho de que la vocación política pura tiene ciertas diferencias respecto de una vocación filosófica orientada a la política,como la que estoy intentado describir. La vocación a hacer política como filósofo, a perseguir la emancipación como filósofo y no como político especialista y profesional, significaba para mí optar por una decisión en algún sentido más universal, esto es, más indirectamente comprometida, con menos resultados inmediatos de carácter político, legislativo, etcétera, pero más educativa. En la opción de hacer política como filósofo interviene mucho la pedagogía, la idea de educar a la humanidad, de promover la transformación del hombre antes de la transformación de las estructuras. La intención democrática conduce más bien a esto, y no tanto a hacer política de un modo inmediato y directo: si eres un demócrata, debes ante todo producir aquello que se llamaba teoría, o sea, ideas, actitudes culturales…

—Gianni Vattimo—